Sobreviviré

He pasado a mejor vida, no, no es eso, ahora vivo en un lugar más vegetal, hay más macetas, una fuente y cuando llueve se moja como todos los demás.
Os cuento qué ocurrió. Fueron unos días agradables, comía jacinto a la hora de comer y hoja de coliflor para cenar. El sol llegó al alféizar y me gustó tanto que decidí ir a por todas, sin que me vieran bajé de la planta y me coloqué en el platito (creo que lo llaman así). Fui sorprendido in fraganti, quizás pensó que del plato me tiraría al abismo de casi un metro que había bajo mi pie y decidió subirme a su dedo y llevarme a este sitio tan bonito y luminoso… y eso que caía un diluvio.

Comentarios

  1. Querido caracol, sigo con interés tu periplo vital, desde tu fresa primera, pasando por el jacinto, la osadía del alféizar soleado, hasta que has llegado a esa especie de vergel, sin duda un oasis para tus cinco sentidos, o los que tengas.
    Te adjunto muchos ánimos y los mejores deseos para que encuentres una caracola con la que habitar en el paraíso.

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