Sobreviviendo
Cómo pasa el tiempo, llevo diez días en el jacinto, de los cuales cinco los he pasado solo y un poco aburrido, la humana desaprensiva con la que me ha tocado compartir piso me ha dejado cinco interminables jornadas a mi suerte. Y es que por aquí no pasa ni quisqui, nadie con el que chocar los cuernos, claro que lo de socializar tampoco es para tanto, aquí al menos estoy a salvo de hormigas y escarabajos.
Voto por el inmediato traslado del bicho ese a un hábitat menos hostil y más poblado. De otros bichos como él, a ser posible.
ResponderEliminarDebe ser dura la soledad del caracol en el jacinto, pobre animalico.
Y la dieta de jacinto es monótona y carente de nutrientes esenciales.
Traslado, ya!