Se busca optimista

Soy pesimista. Es un diagnóstico. Por más que disimule no tiene cura.
Las autoridades psiquiátricas aconsejan juntarse con gente optimista. No es que te vayas a contagiar como con el catarro, creo que el intríngulis (qué bonita esdrújula) es que al verles y al estar con ellos (con los optimistas) es como si la cosa se equilibrase. Vamos que ni todo "er mundo e' güeno" ni "qué asco de vida".
Tal y como están las cosas debemos de tocar a un optimista por cada millón (un decir), como soy de letras no sé hacer cálculo de probabilidades. A lo mejor hay más, pero no puedo llegar a ellos, están siempre juntitos y creen que si cambian de color la decoración de palacio todos seremos más felices.
Entre las personas que frecuento es improbable que tengamos un optimista a mano que nos ayude a ver el mundo –la vie– en rose.
Tengo que ponerme a buscar a mi optimista cuanto antes porque temo caer en esa famosa espiral de negatividad.

Comentarios

Entradas populares